Somos Arnoud Mantingh y Desirée Ceelen. Una agradable búsqueda, que duró varios años, de una zona que colmara nuestros deseos, nos llevó en 2010 a las Merindades. Aquí dimos en 2011 con una vieja casa de labranza que ofrecía unas posibilidades atractivas para establecer un Hotel Rural. Gracias a una reforma radical, con la colaboración de un arquitecto y constructores locales, hemos podido hacer realidad nuestras ideas de un Hotel Rural. Para nosotros esto supone: ofrecer una estancia cómoda en una de las –cada vez más escasas- regiones españolas que todavía no se han visto afectadas por el turismo internacional. Además nos complace compartir con nuestros huéspedes nuestra experiencia y conocimientos de las muchas posibilidades que ofrece la zona. Pero ustedes también pueden, naturalmente, hacer sus propios planes.
Vivimos en esta preciosa comarca, todavía virgen, en la que a veces parece haberse detenido el tiempo. Una comarca auténtica, que todavía no ha sido descubierta por el gran público, lo que tiene grandes ventajas. Aquí todo está todavía incorrupto y en estado original; la vida gira en torno a la agricultura y la industria forestal. La hostelería y otras facilidades se orientan, principalmente, a la población local y a familias, a menudo procedentes del País Vasco, que todavía poseen aquí su casa natal. A esto hay que añadir el clima agradable, la sabrosa cocina local, la impresionante naturaleza y una sorprendente riqueza de castillos e iglesias románicas. Para nosotros el conocer las Merindades ha sido una experiencia maravillosa, que tendremos mucho gusto en compartir con ustedes.